¿Cuándo fue la última vez que cantaste? ¿Esta mañana en la ducha? ¿En el coche de camino al trabajo escuchando el cd de tu grupo musical favorito? ¿Este fin de semana envalentonado tras unas cervecitas y subido al escenario de uno de esos karaokes que hay repartidos por la costa? ¿O quizás en el último concierto al que fuiste con tus amigos y dónde os desgañitasteis todos destrozando esas canciones que tanto os gustan? Por no hablar de esta Navidad, seguro que algún que otro villancico cayó.
No me extrañaría que respondieses que hace poco te has visto en más de una de las situaciones que he descrito. Y puede que cantes como los ángeles, pero también es posible que tengas un oído enfrente del otro, como se suele decir, y que ello no te haya hecho dejar de disfrutar mientras lo hacías. Lo que me parece estupendo. Igual de estupendo que cuando veo a alguien corriendo por las mañanas para sentirse sano aunque nunca ganase el Mundial de Atletismo, o cuando los amigos se reúnen para echar un partidito, aunque ninguno de ellos sea Messi. Todos cantamos aún a riesgo de que caiga un chaparrón y sin pretender por ello llegar a ser un gran cantante. A todas horas se nos dice que hagamos deporte porque conlleva abundantes beneficios para nuestra salud física y mental.
Pero ¿cuándo fue la última vez que hiciste un dibujo? La práctica del dibujo es una habilidad que todos desarrollamos de manera innata desde muy temprana edad y que dejamos a un lado cuando alcanzamos la adolescencia básicamente porque la mayoría de nosotros no vamos a dedicarnos al Arte y porque no nos hablan de cómo el dibujo nos ayuda a nivel terapéutico e intelectual. Dejamos de dibujar porque pensamos que no sabemos, pero todo el mundo sabe dibujar. Aprendimos a hacerlo antes de aprender a leer o escribir. Es curioso observar que al intentar plasmar algo con un lápiz en un papel y ver que “no nos sale” nos rendimos y pensamos que no tenemos mano. Mientras que no lo hacemos el primer día de gimnasio al no conseguir levantar tanto peso como queremos llegar a levantar. No se aprende nada por arte de magia. A dibujar tampoco. Requiere mucha práctica, como cualquier otra habilidad. Pero no es una cuestión de poseer dones innatos. A dibujar se puede aprender. Igual que a jugar al fútbol o a tenis sin esperar que necesariamente tengas que terminar siendo tan bueno como Nadal.

Cuando el niño se da cuenta de que su cerebro va por delante de su mano y no es capaz de dibujar lo que ve, se frustra. Deja de divertirse dibujando. A esto ayuda en gran medida el sistema educativo tradicional que hasta ahora había relegado a un segundo plano la capacidad de percepción y representación gráfica y visual. La inteligencia espacial, una de las ocho inteligencias múltiples de Gardner. Y el problema se basa en que no se estudia el dibujo en el colegio como un lenguaje, sino como una disciplina artística únicamente. El dibujo históricamente ha sido asociado sólo al arte y se ha dejado a un lado las demás aplicaciones que éste tiene. Por ello estamos condicionados al mirar un dibujo por ese “criterio artístico” que nos hace etiquetarlos, los nuestros y los de los demás, como buenos o malos. Algo erróneo. Pues así empujamos a todo aquél que no creemos que tiene talento y a nosotros mismos a dejar de practicar.
Una vez analizadas las principales causas por las que dejamos de dibujar cabe preguntarse por qué deberíamos volver a hacerlo. Para responder a ello podemos empezar por el simple hecho de que dibujar implica satisfacción personal, placer, al igual que hacer deporte o cantar, como hemos visto antes. Pero, además de eso, dibujar estimula el cerebro, ayuda a la concentración y, al combinar procesos cognitivos y motores, mejora la memoria y la capacidad de introspección, como puede deducirse de estos estudios realizados en 2014 y recogidos en la revista científica publicada por Public Library of Science (PLOS). Si observamos algo con la intención de dibujarlo nuestra mirada es diferente, es mucho más profunda. Por lo tanto, con la práctica del dibujo también se desarrolla la mirada.
Ante todo, el dibujo es una herramienta comunicativa, es muy útil para la resolución de problemas y para visualizar nuestras ideas, analizarlas y compartirlas con otros. Es de locos dejar de utilizar un lenguaje universal como es el dibujo por el simple hecho de que “no dibujemos bien”. Nadie deja de escribir porque no sea un escritor fenomenal o porque tenga mala letra. Hay que recordar también que el arte se puede usar incluso como herramienta de terapia, ya que puede ayudar a expresar emociones que de otro modo no podríamos. Algo similar se está haciendo ya con la caligrafía. Y son cada vez más las personas que acuden a talleres de caligrafía porque su ejecución conlleva llegar a un estado mental en el que no tienen cabida el estrés y las preocupaciones.
Así que ya sabes, si dejaste de dibujar algún día estás tardando en volver a hacerlo. Ya ves la cantidad de razones que hay para practicarlo sin miedo alguno a que nos salga mal.
Todos los días lo tenemos muy cerca, disfrutamos de él, nos ayuda a sentir las vibraciones y energías de una creación audiovisual y no nos damos cuenta de que está ahí hasta que falla…Sí, hablo del sonido: el gran olvidado.
El sonido es el gran olvidado tanto en la formación como en la creación de contenidos, pese a que es vital que veamos una historia y el sonido acompañe de manera adecuada a nuestra creación para que transmita aquello que deseamos contar.
Siempre se ha usado la palabra ‘Audiovisuales’ y ella misma lo antepone en su nombre pero cuando llegamos a la realidad apenas se da formación en sonido a los alumnos y futuros creadores, por lo que tenemos que ver algunas veces auténticas maravillas en cortometrajes, anuncios, etc… que se ensombrecen por culpa de una mala planificación del audio.

Desde este blog y la oportunidad que se me da, reivindico la importancia de los técnicos de sonido, los montadores de audio y los microfonistas que cada día trabajan detrás de una cámara y que se desviven por ocultar los micros, porque la pértiga no se vea en la toma, porque los sonidos sirvan para hacerte soñar en las escenas y todo ello de la forma más discreta posible, por eso quizá es el gran olvidado, porque no nos damos cuenta de que está ahí hasta que falta.
Un buen sonido es fundamental, no sólo en el cine o la radio, sino también en los contenidos que cada vez más vemos a través de plataformas como Youtube o Vimeo; cada vez más páginas web tienen módulos de reproducción de contenidos audiovisuales y eso hace necesaria que haya una formación más específica orientada al sonido.
Desde mi trabajo en EADE como profesor de las asignaturas de Radio y Audiovisuales intento inculcar desde los primeros días que, igual que miramos por el objetivo para saber lo que estamos grabando, es necesario usar unos cascos para saber lo que se está escuchando.
En España somos pioneros en el doblaje de sonido, contamos con los mejores profesionales tanto en la locución como en el montaje de audio y hemos de ponerlo en valor cada día más y darle la importancia que se merece desde el principio.

Aquí os dejo el enlace una web muy interesante donde ponerle cara a las voces que cada día te acompañan en los anuncios, películas y locuciones: www.eldoblaje.com
Estrategias de éxito en un sector cada vez más competitivo
Estudios de referencia parecen confirmar una estable recuperación del sector fitness tras un periodo complejo que nos ha puesto a prueba como pocas veces antes. Sin embargo, no todos los operadores han salido igual de reforzados, algunos incluso han quedado en el camino. Vamos a tratar de identificar las claves del éxito en este convulso mercado fitness.

Fitness, sector reinventado
El mercado deportivo continúa teniendo el modelo fitness como uno de los principales atractivos de inversión. Todo parece indicar que, tras un periodo complejo, con la crisis como escenario general y las modificaciones en los tipos impositivos como “mazazo” particular, el sector ha logrado sobreponerse, volver a posicionarse, reinventarse, en definitiva. Pero en este proceso no todos han salido bien parados. Muchos han quedado en el camino y algunos, aunque subsisten, continúan renqueantes. A continuación trataremos de identificar cuáles han podido ser las claves de éxito en este proceso de reinvención.
Diferenciación y orientación a mercado
Una clara diferenciación con un enfoque producto, opción adoptada por los modelos boutique, o bien con el enfoque precio característico de los modelos low cost, ha permitido una mayor penetración de mercado e incrementos en su facturación.
Especialización e integración de tendencias
El uso de la tecnología, la prescripción individualizada de ejercicio acompañada de un seguimiento de resultados, la alta intensidad, el entrenamiento funcional, las nuevas modalidades de actividades colectivas o la filosofía cuerpo mente, parecen ser las preferencias de consumo, y aquellos centros que han sabido diseñar o integrar un producto efectivo para dar respuesta a estas tendencias de consumo han logrado mejores cuotas de mercado dentro de su misma modalidad de centro.
El capital humano
En este contexto cada vez más competitivo, cobra una especial importancia la satisfacción del usuario, su adherencia a nuestra oferta. Solo a través de la continuada superación de expectativas, lograremos su fidelización. Y para este cometido no basta con un buen producto, ni siquiera con un buen precio; resulta clave contar con un equipo de profesionales bien cualificado, en permanente reciclaje sobre las nuevas tendencias y adaptado a las decisiones estratégicas de la compañía, identificado con el proyecto, con la empatía necesaria para detectar necesidades y la asertividad indispensable para ofrecer soluciones.
En conclusión, podría decirse que la clave de un buen posicionamiento en la captación de usuarios se encuentra en la elección de estrategias adecuadas de diferenciación y especialización, mientras que el éxito de una buena fidelización y gestión del usuario externo, pasa necesariamente por el éxito en la gestión del usuario interno.
Revisar es volver a mirar con otros ojos. Pero con criterio. En los últimos tiempos con excesiva frecuencia escuchamos repetir como un mantra la necesidad de un revisionismo histórico, producto una vez más de la incorrección política y/o periodística que por desgracia conduce al error y por tanto provoca la reiteración del término en un uso inadecuado, ya que en realidad se está hablando de una reelaboración del ideario o en buena lógica, aunque esto no siempre se produzca, de dar respuesta con propuestas coherentes a demandas surgidas de situaciones nuevas en aspectos sociales, económicos, tecnológicos...
El revisionismo como tal es otra cosa. Surge como respuesta o reinterpretación del Marxismo desde una perspectiva histórica, aunque nos es desdeñable la presunción, de que, pese a no recibir denominación o bautizo previo, haya existido como tal en épocas anteriores.
Siempre ha habido y habrá una necesidad de mirar hacia atrás para comprender y transmitir, como escribiera Gabriel García Márquez “vivir para contarla”, pero cuando no se ha vivido hay que recurrir a otras fuentes. Y en las fuentes y su posterior uso es donde se sustenta el revisionismo como concepto.
Cualquier disciplina, incluso nuestros actos y los ajenos, está sujeta a ser revisada. Desde la Filosofía al Derecho, desde la Arquitectura al Periodismo. Hay que aprender a mirar, porque se mira con los ojos y con esos otros ojos que son la mente. Pero el revisionismo frente al mero hecho de revisar va ineludiblemente unido a la Historia.
Porque se trata de eso, de la necesidad de volver a mirar por la aparición de nuevos datos o de nuevos hechos que conducen a plantearnos la Historia como la conocíamos hasta ese momento. Esos datos o hechos no implican necesariamente siempre un cambio en esencia, pero ayudan a comprender y conocer mejor determinados acontecimientos o etapas históricas. Aunque es cierto que en otras ocasiones contribuyen al conocimiento de un hecho histórico de forma radicalmente opuesta a como lo conocíamos.
El historiador Javier Tusell, al abordar el ‘revisionismo histórico español’, diferencia entre el “revisionista” que “no parte de preguntas, sino de seguridades o presunciones. No acude a las fuentes primarias, sino a las secundarias que pretende elaborar con originalidad” y el historiador que “parte de unas fuentes primarias y logra una interpretación original que se escribe en el hipertexto de nuestros conocimientos y que sin duda será objeto de reconsideración”.
O lo que es lo mismo, establece la diferencia entre el revisionismo como corriente hacia el conocimiento frente a un mal denominado revisionismo cuya finalidad es la manipulación o la tergiversación de la Historia.
Es en esas fuentes primarias donde reside el concepto, la necesidad y la oportunidad del revisionismo por lo que pueden aportar de novedoso al texto histórico establecido y aceptado. Y esas fuentes deben ser tangibles y documentales, ya que el relato oral no es más que un testimonio de lo acontecido que necesita ser demostrado. Y aunque, por ejemplo, Jorge Luis Borges afirmara, precisamente en defensa de lo oral, que “la letra mata, el espíritu vivifica”, en el ámbito científico es imprescindible el peso de la letra o de la imagen, sin menoscabo del espíritu.
De todos es conocida la frase atribuida a Miguel de Unamuno, “Venceréis, pero no convenceréis”, como respuesta a la expresada por José Millán-Astray “¡Muera la inteligencia. Viva la muerte!” en la Universidad de Salamanca un 12 de octubre de 1936.
Lo cierto es que aunque es obvio el espíritu de lo expresado por el intelectual y el general, no lo es tanto la literalidad de tales frases. Se carece de testimonio escrito o grabado y se mantiene un relato oral. Así, hay quien afirma que el general legionario gritó “¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Viva la muerte!”, para que posteriormente la maquinaria propagandística mutara la expresión en “¡Muera la inteligencia!. ¡Viva la muerte!”; e incluso se apunta que José María Pemán, presente en el acto, gritó para corregir al general “¡No!. ¡Viva la inteligencia!. ¡Mueran los malos intelectuales!”, de la que tampoco hay constancia de literalidad. De igual modo que Unamuno pudiera haber dicho “Vencer no es convencer”, en lugar del repetido y más aguerrido “Venceréis, pero no convenceréis”.
No se pone en cuestión el hecho histórico del enfrentamiento entre el entonces rector de la Universidad de Salamanca y el general de la Legión, sobradamente documentado; pero las diferentes versiones sobre las expresiones vertidas y haciendo uso de una de ellas, nos deben llevar a la aceptación de que el revisionismo histórico no ha de buscar vencer, sino convencer.
¡Siéntete con energía!, así nos sentimos los nadadores máster cuando nos ponemos bañador, gorro, gafas y nos tiramos al agua. La natación máster es una modalidad de natación para adultos, regulada por las federaciones. Está orientada a aquellas personas que dejaron de competir a cierta edad, para los que hace años no tenía mucho sentido la práctica deportiva o para los que piensan que nunca es demasiado tarde para practicar deporte.
Existen diferentes manera de participar en la natación máster; desde los que solo nadan para mantener su forma física en óptimas condiciones hasta los que practican con mayor espíritu competitivo, ya sea a nivel local, nacional o internacional. Actualmente se está produciendo una espectacular progresión, ya que en apenas cuatro años se ha doblado la participación en el último campeonato de Andalucía, celebrado a mediados del pasado mes de diciembre. De 305 nadadores de 29 clubs a 600 nadadores de 51 clubs, de los cuales 397 eran hombres y 203 mujeres. La competición empieza con la categoría pre-master (20-24 años) hasta más de 90 años. Por todo ello, queremos animarte para que puedas experimentar la satisfacción que nos da la natación:
- ¡Busca tu motivación!
Cada persona tiene una motivación personal y diferente. Los beneficios para la salud física son innumerables y pueden ir desde los más conocidos como el aparato locomotor, sistema cardiovascular hasta los cognitivos. Pues nadar despeja tu mente después de horas de estudio o te ayuda a desconectar de intensas jornadas de trabajo.
- ¡Libera tu mente! El doctor David Coppel, director de los servicios neuropsicológicos y de investigación en el Programa de conmoción cerebral Seattle Deportes y profesor de la Universidad de Washington, asevera que la natación es eficaz para reducir el pánico y los sentimientos de tristeza al liberarse factores en el cerebro como las endorfinas .
Más divertidos son los beneficios a nivel social y es que el deporte une a las personas porque además de fomentar la interacción con amigos, compartes experiencias intensas e importantes, que hacen que esos amigos sean para siempre.
- ¡Cumple tu sueño! Con el comienzo del nuevo año y como consecuencia los nuevos propósitos, agrega a tu lista de 2017 “nadar”. Quizás no sea el sueño de tu vida pero seguro que te ayudará a conseguirlo.

Sea cual sea tu motivo ¡Disfruta nadando! y “Que la fuerza te acompañe”.
Docente de los grados de Diseño Gráfico y Diseño de Interiores en EADE Málaga.