Responsabilidad social corporativa
En la actualidad, vivimos una etapa económica en la que las empresas necesitan ser competitivas, y ello, las ha conducido a implantar nuevas técnicas de gestión. En este sentido, la Responsabilidad Social Corporativa, en adelante RSC, se ha convertido en una herramienta muy útil y eficaz.
La RSC es el conjunto de actuaciones que contribuyen al desarrollo humano sostenible, a través del compromiso y la confianza de la empresa hacia sus empleados y las familias de éstos, hacia la sociedad en general y hacia la comunidad local, con el objetivo de mejorar el capital social y la calidad de vida de toda la comunidad.
El objetivo principal de la RSC es que el impacto positivo que causan estas prácticas en la sociedad se traduzca en una mayor competitividad y sostenibilidad para las empresas. Así, ser responsable socialmente generará automáticamente más productividad, puesto que una mejora en las condiciones para los trabajadores optimizará también su eficacia. La responsabilidad social empresarial es una herramienta que proporciona ventajas en la calidad de sus trabajadores, que ayuda a crear lazos y lograr un buen clima laboral, lo que repercutirá positivamente en la producción.
La RSC se centra, principalmente, en tres vertientes, tal y como muestra la siguiente figura:
Ventajas de ser socialmente responsables
El hecho de ser socialmente responsables, influye positivamente en la competitividad de las empresas de las siguientes formas:
- Mejora de los productos y los procesos de producción, y como consecuencia mayor satisfacción y lealtad del cliente.
- Mayor motivación y fidelidad de los trabajadores, lo cual aumenta su creatividad e innovación.
- Mejor imagen pública, debido a premios y a un mayor conocimiento de la empresa en la comunidad.
- Mejor posición en el mercado laboral y mejor interrelación con otros socios empresariales y autoridades.
- Mejor acceso a las ayudas públicas gracias a la mejor imagen de la empresa.
- Ahorro en costes e incremento de la rentabilidad, debido a la mayor eficiencia en el uso de los recursos humanos y productivos.
- Incremento de la facturación y las ventas como consecuencia de los elementos citados.
Imagen de Pixabay bajo CC
El Pacto Mundial de Naciones Unidas, Global Compact, es una iniciativa internacional que promueve implementar 10 Principios universalmente aceptados en las áreas de Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha contra la Corrupción en las actividades y la estrategia de negocio de las empresas. Con más 12.000 entidades firmantes en más de 145 países, es la mayor iniciativa voluntaria de responsabilidad social empresarial en el mundo. El Pacto Mundial es un marco práctico para desarrollar, implantar y divulgar políticas y prácticas de sostenibilidad corporativa, ofreciendo a sus firmantes una amplia gama de recursos y herramientas de gestión para ayudarles a implementar modelos de negocio sostenible.
El Pacto Mundial de Naciones Unidas persigue dos objetivos complementarios:
- Incorporar los 10 Principios en las actividades empresariales de todo el mundo.
- Canalizar acciones en apoyo de los objetivos más amplios de las Naciones Unidas, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Los 10 principios son:
Principio 1: "Las empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia".
Principio 2:"Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los Derechos Humanos".
Principio 3: "Las empresas deben apoyar la libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva".
Principio 4: "Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción".
Principio 5: "Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil".
Principio 6: "Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación".
Principio 7: "Las empresas deberán mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente".
Principio 8: "Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental".
Principio 9: "Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medioambiente".
Principio 10: "Las empresas deben trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas extorsión y soborno
En conclusión, las empresas que practican responsabilidad social, obtienen otros beneficios como ser más atractivas para los clientes, para sus empleados y para los inversionistas, razón por la cual son más competitivas y pueden obtener mayores ganancias. Todo ello, sin olvidar que la responsabilidad social corporativa tiene la obligación de maximizar los efectos positivos y minimizar su impacto negativo en la sociedad.
Profesora de BBA en EADE Málaga.